domingo, 3 de junio de 2007


ADRIAN REPUN
La dinámica de la moral.
Y el desarrollo de la bicicleta.


Por Ricardo Daniel Piña

La fuerza de la tracción a sangre se traduce a movimiento máquina, sólo si los
pedales de la bicicleta transmiten la potencia de las piernas al plato dentado que
lleva la cadena.
Un plato dentado, cuyo diámetro es del tamaño de un plato de cocina.
La cadena es un accesorio que le transmite la fuerza al piñón, donde está,
finalmente, la rueda, que a su vez, deja fluir la energía hacia el piso
y origina el desplazamiento.
El piñón está fijo a la rueda de atrás pero está libre de la cadena. Su diámetro
debe ser mucho menor al de un platito de café. La proporción es: el piñón tiene
que ser menor al plato donde van los pedales. Cuanto mayor sea esa proporción
se asegura mayor potencia.
La cadena es un accesorio independiente y libre. Está ajustado por los
extremos.
(Cuál es el extremo de una cadena...? Si es circular...?)
Cuando se suelta
provoca
un desarreglo en la conducción.
Un desborde en las emociones es un desarreglo en la conducta.
Se justifica el ejemplo de la ciclista pedaleando en falso,
sin trasnsmisión,
con solamente el control del manubrio y de los frenos de la bicicleta.
Sería:
Los accesorios del corazón desentonan con la transformación del ego.
El software de la percepción se fue al carajo.

La lluvia ya no es lluvia y la humedad no me importa.
Dejame, no me hables, no me toques. No me dirijas la palabra.
Odio todo.
No quiero nada de nadie.
No sé si esto va a pasar y no me importa, por mí puedo estar toda la vida
amarga como un pedo de momia.

Los componentes de metal, ensamblados en la bicicleta,
se fatigan con el uso en sus funciones y ocasionan la pérdida de la energía que
dificulta el ensamble de las partes.
La ciclista pedalea en falso y un gran colchón de aire envuelve sus piernas,
desequilibra su cuerpo, nubla su comprensión, su visual,
y ella piensa:
Uh...! Qué habrá pasado?
Dónde estoy?
O me fracturé,
o me esguincé,
o me fisuré?
No puede ser... Para qué levanto las piernas?
Es extraño. No siento nada. Solamente los pozos de la calle.


...

¿Me pisó un colectivo y estoy desarrollando esa especie de sueño de los moribundos?
¿En cualquier instante voy a empezar a ver una luz, allá en el fondo?
¿Me habrá chocado un auto y me golpeé la cabeza y estoy en el paraíso de los peatones muertos por accidentes viales?
¿Todavía no me enteré?
¿Enterarse de algo, tendrá que ver con algúna manifestación de la conciencia?
¿Qué dirá mi familia cuando sepa lo que pasó?

...


¿Dónde será el velatorio?
¿Será cerca de casa?
Pensar que hasta hace un instante soñaba con el baño que me voy a pegar cuando llegue a casa...

...

...Ahhh..!....Bueeeno...!
Ta´bien...
Se me soltó la cadena...
Con razón me sentí afuera del mapa de Buenos Aires, de Argentina,
del planisferio.
Qué cagada, ahora.
Voy a tener que engrasarme las manos para poder seguir y llegar lo menos tarde.

Es una microcentésima de segundo en el desorden de la percepción.
Parece que se liberase el pulso del artefacto hacia una velocidad insospechada.
Un cuerpo sorprendido dirigido por la calle llena de autos.
El bondi 25, el 46, el 86. Taxis, autos particulares. Los carritos de los cartoneros y los vendedores ambulantes...

La bicicleta se sostiene en un hilo imaginario invisible que pasa desde el 300 de la calle Brandsen (la avenida Almirante Brown), hasta el 1400 (la avenida Regimiento Patricios) envuelta en una atmósfera de quietud, llena de fragilidad
y de inocencia.
La ciclista, en ese momento, tiene sólo la intención de llegar entera.
Esta cadena no es la misma cadena de la esclavitud.
Nunca se usó una bicicleta para someter una cultura aborígen por una potencia extranjera.
Tampoco se usó para arrear, como ganado, a millones de trabajdores
persas, asirios, caldeos, judíos, egipcios, árabes, para construir bóvedas gigantes para los emperadores, de piedras transportadas desde cientos de kilómetros, en el antiguo Egipto.

(Hubiese sido fantástico ver a millones de trabajadores en bicicleta
yendo a trabajar a la construcción de las pirámides.)

Esta cadena no es la misma cadena de
juramentos, códigos, justificaciones, honorarios, prejuicios , hipocrecías
que ata a la mujer
a la conducta del varón. (¿La esclavitud de género?)
Esta cadena no aisla a nadie, de ninguna cosa imaginable.
No se pensó para eso.
No atrapa y no sujeta.
Si impide algo,
seguramente,
no es del orden de la dinámica de la moral.
Eso es lo más seguro.

Amarte es lo más seguro.



Leomiau in to the Galway´s blue sky.
Del 29 al 31 de enero y el 1 de febrero de 2007
Buenosayres Miserable